Mas intenta “consumar” la privatización de la sanidad en Cataluña
Defensores de la sanidad pública ofrecen nuevos datos sobre los efectos del recorte decidido por el gobierno conservador de CiU en Cataluña.
nuevatribuna.es | Actualizado 12 Abril 2011 - 10:58 h.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) considera que los recortes introducidos por “el nuevo gobierno conservador” que gobierna Cataluña suponen un intento de “consumar la privatización sanitaria” en una de las comunidades autónomas más importantes del estado. Según la federación, “la reducción del 10% del gasto sanitario público (1.198 millones de euros) va a suponer graves problemas para la asistencia sanitaria en Cataluña”.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública considera que los recortes introducidos por “el nuevo gobierno conservador” que gobierna Cataluña suponen un intento de “consumar la privatización sanitaria” en una de las comunidades autónomas más importantes del estado. Según la federación, “la reducción del 10% del gasto sanitario público (1.198 millones de euros) va a suponer graves problemas para la asistencia sanitaria en Cataluña”.
Según la Federación, el recorte de fondos por parte del Gobierno de Artur Mas supondrá la supresión de servicios y de pruebas radiológicas y de laboratorio en los hospitales, así como la supresión de camas, el cierre de quirófanos y la reducción de la actividad asistencial.
La Federación detalla los efectos que tendrá el recorte, como el cierre de plantas en los hospitales más importantes, como el Hospital del Valle Hebron, la supresión de cientos de camas hospitalarias y el cierre de quirófanos por la tarde (18, en el Hospital de Valle Hebrón).
También se verán reducidos los días de estancias de los pacientes y se despedirá a “cientos” de trabajadores, entre ellos médicos, enfermeras y personal auxiliar y administrativo (4.000 trabajadores del Instituto Catalán de la Salud y 3.200 de la Unión Catalana de Hospitales).
El tijeretazo sanitario en Cataluña prolongará, según la Federación, las “ya escandalosas” listas de espera y suprimirá las garantías de tiempos máximos de permanencia en estas listas. Asimismo comportará la supresión de 39 programas sanitarios de diferentes especialidades médicas.
Respecto a la atención primaria, el recorte de fondos introducirá limitaciones en la solicitud de pruebas diagnósticas, reducirá el personal de seguridad de los centros y paralizará el desarrollo de las tecnologías informáticas, según denuncia la Federación.
Las ambulancias reducirán en un 8% su actividad de trasporte urgente. Se limarán incentivos profesionales de mejora de la calidad y se reducirán las actividades de formación continuada del personal sanitario, continúa.
Asimismo, la Federación afirma que el Gobierno de Artur Mas pretende introducir el copago, aprovechando la crisis económica, y acelerar el proceso de privatización de la sanidad pública catalana.
El presidente de la patronal, al frente de la sanidad
La Federación asegura que el Gobierno CiU ha puesto al frente de la Consejería de Salud al presidente de la patronal catalana, Boi Ruiz i Garcia, a quien acusan de defender “los intereses empresariales de su grupo de presión”.
Según la Federación, el nuevo consejero plantea abiertamente que para hacer frente a estos recortes la gente pudiente debería concertar seguros privados complementarios con importantes desgravaciones fiscales en el Impuesto de la Renta a quienes los suscriban. Esta medida supondría para las arcas públicas una pérdida de 200 millones al año, lo que equivale a la quinta parte de lo que se pretende ahorrar con esta medida.
Por otro lado, la Federación estima que el argumento de falta de recursos y la necesidad de reducir el déficit público “no se compadece” con la supresión de impuestos de sucesiones y sociedades anunciada por el Gobierno de Artur Mas, medidas que benefician exclusivamente “a los sectores económicos más privilegiados”.
“Los partidos conservadores como CiU, el PP y otros nunca plantean estos recortes en sus programas electorales pero los aplican de manera implacable cuando gobiernan (como hace el PP en Valencia, Madrid o Galicia)”, concluye.
La Federación recuerda que la sanidad catalana esta “muy privatizada” y achaca precisamente a esta privatización la generación de un gasto mayor, así como una mayor “inflexibilidad” en el control del mismo.
“Los problemas de Cataluña no son únicos; comunidades autónomas como Valencia o Madrid que han apostado por las privatizaciones tienen unos compromisos de gasto con las empresas privadas que incrementan artificialmente la factura sanitaria”, sentencia la FADSP, que concluye con un “llamamiento” a la movilización de ciudadanos, sindicatos y profesionales en contra de lo que denominan “estrategia concertada de los grupos de presión económica nacional e internacional”, que puede suponer el desmantelamiento de la sanidad pública, “una de las más eficaces y eficientes del mundo”.